Garnacha es sinónimo de vida y ese es el origen de casi todos nuestros vinos.
Cuando decidimos embarcarnos en esta “locura” de hacer nuestro propio vino, nuestro objetivo era la elaboración de un vino diferente, elegante y singular.
Gredos era una zona desconocida donde fuimos pioneros. Tiene todo lo que queríamos: viejos viñedos de montaña de Garnacha y unos suelos y un clima perfectos para elaborar los vinos que nos gustan.
La Garnacha es un tipo de uva que destaca por su versatilidad y sus evocaciones a frutos rojos, siempre dejando un amable recuerdo en la boca. Por sus características se ajustaba como anillo al dedo al tipo de vino que queríamos elaborar. Se agrupa en racimos que se caracterizan por sus vivos colores y la influencia aromática que recogen del entorno.
El cultivo se presta a la mínima intervención, lo que significa una mayor cultura ecológica. Existen cuatro tipos de Garnacha: la tinta, la tintorera, la peluda y la blanca.
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- Comenzando por la tinta, decir que es la variedad más extendida a nivel mundial. Sus racimos tienden a ser de pequeños a medianos en la zona de Gredos y la baya de un color rojo intenso que se adapta perfectamente a tiempos de sequía.
- La tintorera debe su nombre a que su zumo tiene color, una peculiaridad que aporta a sus vinos.
- A la peluda se la denomina así por la vellosidad de la parte inferior de su hoja. Dotada de una piel más gruesa, presenta un mayor grado de acidez.
- Por último está la Garnacha blanca, un tipo de uva que por su baja acidez provoca un mayor grado de alcohol. Nuestro vino “Loco” tiene el privilegio de ser la única Garnacha blanca del centro de la Península.
En Canopy somos grandes defensores de la Garnacha, no solo por su versatilidad sino por todas las alegrías que nos ha dado en estos años. Eso sí, no nos olvidamos de nuestra querida Syrah a la que dejaremos para una próxima entrada en nuestro blog.
¡No hay mejor manera de disfrutar que brindando con una copa de vino en la mejor compañía: VOSOTROS!.