El verdadero tesoro de Bodegas Canopy son las diferentes viñas de Garnacha de la Sierra de Gredos, situadas a gran altura y con unos suelos silíceo-graníticos cultivadas sin ningún tipo de producto químico ni herbicida, para así mantener el suelo de nuestras viñas, verdaderos jardines, vivos. De esta manera se respetan las características de la uva Garnacha para elaborar los mejores vinos de Gredos que seamos capaces.
En nuestros jardines de garnachas entendemos que la biodiversidad es fundamental para mantener un ecosistema óptimo.
El enfoque orgánico del cultivo de la Garnacha Tinta permite que estos suelos vivos tengan depredadores naturales estando las viñas perfectamente protegidas frente a posibles plagas.
Los trabajos comienzan en febrero, donde establecemos la carga de uva que tendrá la planta mediante la poda, con rendimientos muy bajos para que la calidad sea muy alta. Continuamos con la poda en verde eliminando brotes no deseables a finales de marzo, momento en el que haramos la viña para quitar las malas hierbas y que estas no compitan con la planta. Después procederemos al despunte de los sarmientos, para de esta forma conseguir el crecimiento de vegetación que proteja los racimos de los rayos del sol. De esta manera madurarán más lentamente y conseguiremos una materia prima de excelente calidad, lo que redundará en la particularidad de nuestros vinos.
En las plantaciones de Syrah situadas en el pueblo de Camarena, y Garnacha Blanca en las Ventas de Retamosa, plantadas sobre suelos arcilloso- arenosos a 575 y 618 metros de altitud, trabajamos con la misma filosofía respetando al máximo el medio ambiente para conseguir expresar de la mejor manera posible el “terroir” de nuestros vinos, poniendo en valor nuestra premisa de elaborar los vinos desde la viña.